TORNA-MESA

viernes, 17 de abril de 2009




Hace unos días me sumergí en un pensamiento un tanto banal, y es que últimamente me ha dado por hacer críticas no tan constructivas pero no es mi culpa, es culpa del conocimiento mismo. 

Recuerdo que tendría unos diecisiete años y el mundo me parecía tan simple y por ende el conocimiento tan cercano, y era verdad solo que jamás hice nada por acercarme a dicho conocimiento, ni tampoco hice nada por conocer el mundo, pero a esa edad todo nos resulta simple y hablamos de cosas de las cuales no tenemos ni la mínima noción. Pero pasó que un buen día después de mucho desperdiciar el tiempo comencé a tomar aquellos libros que en otro momento jamás hubiese pensado siquiera ojear, comencé pues con libros de psicología básica y elemental pase por psiquiatría hasta llegar a una parte de esa ciencia que me absorbió por completo “la mente criminal” fue así como de psicología salte a física, química, biología incluso matemáticas y bastante de literatura. Siempre desde que tengo uso de razón me he dejado llevar por la corriente pictórica, es mi fascinación pero debo reconocer que dentro de la literatura se esconden enormes conceptos y enormes mentes criminales, fue por eso que de saltar de un lado a otro me encontré en determinado momento sabiendo bastante de todo, no fue fácil, menos y he de confesarlo, con mi gran problema mental que no me permite hacer mas de una cosa a la vez, y aun así llego a perder el hilo de la lectura o platica, etc. Es por esto que no se me puede culpar del todo por actuar o hablar inopinadamente ya que en mas de una ocasión he intentado callar pero solo consigo disimular un poco y al poco tiempo sin poder fingir hablo lo que tenga que hablar, estoy de acuerdo que a muchas personas les puede parecer insensato o falto de modales, puedo aceptar lo segundo pero culpo al conocimiento. 

Estoy de acuerdo en que las criticas suelen herir el ego de personas que se han tomado la molestia de hacer sus cosas quizás tomándose tan solo un fragmento de su vida, acepto la molestia ya que no le han tomado el tiempo necesario y resulta lógico que no surjan grandes logros de sus pequeños esfuerzos, pero quizás también se han molestado personas las cuales han recibido mis criticas por trabajos hechos a lo largo de sus vidas, es decir por trabajos con esfuerzo, desvelos y pasión, pero eso no quita que por ese simple hecho, por el simple hecho de haber entregado su vida a algo en lo que no tendrían que haber desperdiciado el tiempo, dejen de ser mediocres. Citare a Dalí quien dijo “pintores no se esforcéis mas si sois mediocres por mas que busquéis la perfección siempre se vera que sois mediocres” es una frase dura pero realista, tan realista como las impresiones de sus cuadros aunque su fuente e inspiración hayan surgido de un cúmulo de moscas limpias de Port Lligat. 
“Que jamás hablarían conmigo de cosas interesantes”.. ¡Oh por dios! Y me quede pensando en esa frase, divague y olvide hasta a la persona que la menciono, por que la persona en si no es el caso a analizar, ya que no hay mucho para hacerlo. 
Es la frase y la idea de.. ¿Cuántas personas más, que he criticado severamente han de pensar lo mismo? Esta claro que para mi no tendría en otro momento ninguna importancia porque realmente no me importa lo que piensen una serie de fracasados que solo lanzan comentarios al aire, comentarios inspirados por coraje, envidia, o quizás por el gran odio que sienten por ellas (os) mismos, o por que no tienen otra cosa mejor que hacer. Si bien en su momento recibieron mi critica fue mucho halago de mi parte, pero no es ese el motivo de mi.. ¿Cómo llamarlo? Diría que por vez primera no entiendo lo que ocurre, y no es que quiera tener la razón en todo, solo en lo que merezco tenerla, como todos. 

Bueno el motivo es contarlo algo que por vez primera separa teoremas o leyes experimentales disfrazadas en poemas, por que por si no sabían y pueden comprobarlos.. En algunos de mis poemas se resume una formula matemática que hace referencia al texto en sí, tan simple como aplicar la fórmula silábica en cada verso, y en el caso de los versos endecasílabos solo encontraran formulas de electricidad y magnetismo. Pero como nadie conmigo hablaría cosas “interesantes” jiji.. Pues me he dado a la tarea de escribir un breve relato de algo simple, irónico y hasta mediocre.. Como he llamado a muchas de las obras que han sido expuestas a mis criticas. Pero que quede claro que intente hacer algo simple y normal aunque el resultado al observar la vista preliminar de mi trabajo, me impacto puesto que de algo simple a veces surgen enormes ideas. :D gracias una vez mas por aquellos comentarios malignos que me han dado durante mi vida pues creo que los textos de suspenso, horror y demás cosas sobrenaturales me encantan.. y en ellos puedo hacer mofa galantemente de esas gentes por que se quiera o no contribuyen a la creación de todo artista. Agradezco a todos y a todas aquellas y aquellos y cosas y mediocres que me han impulsado a escribir textos de horror.Y sin mas anacolutos.. GRACIAS. 

                                                                 TORNA-MESA
Fue así como recordé al señor leonel. Yo abría un local que a duras penas pagaba la renta y vendía lo que pudiera vender, si acaso hubiese pasado un cliente exigiendo un alma al igual le hubiese extendido un papel con mi firma vendiéndole.. El alma del vecino, el caso es que vendía artículos que por años coleccione. Una mesa de los años setenta hoy por hoy seria una mesa minimalista que luciría estupenda en mi sala de estar pero la tuve que vender al igual como un par de libros de psicología antiguos que eran de mi abuelo, unas cámaras kodak duaflex que no se bien para que las compre un día en aquella tienda de antigüedades, pero las cuales arme con piezas originales dejándolas casi como nuevas y funcionando, en si aun guardo la serie de fotos que habría de tomar con el último rollo con el cual probaba a los clientes la manera en que trabajaba la maquina, por allí debo tener retratada a la persona que me compro una de las cámaras, en fin.. También tenía discos de acetato y una tórnamesa de los años cuarenta , hoy me pregunto ¿Que magníficos recuerdos habré vendido? 
El señor leonel debo suponer que trabajaba por aquel local pues cada mañana pasaba caminando con su taza de café entre las manos y su enorme abrigo de lana, mismo abrigo que yo habría de venderle, estilo los doors y algo rustico. Me saludaba con la mano desde el otro lado de la acera, un buen día se decidió a entrar al local, justo cuando mas entusiasmada estaba yo en la lectura, leía recuerdo bien un libro de calvino titulado “si una noche de invierno un viajero” jamás había leído algo de él, había escuchado que era un famoso cuentista, pero tanto como novelas no sabia mucho por lo que fui a una librería cercana y adquirí dicho libro el cual me sedujo desde un inicio, estoy segura que como dice calvino en ese libro, si el señor leonel lo hubiese leído sabría que por mi rostro de perturbación y mis extremidades quietas mi ceño fruncido y mi pulso a flor de piel, habría sabido bien que la lectura en la que estaba sumergida era de extremo cuidado, era pues inquietante y era por ende un libro bueno, una historia algo fantástica, pero como el señor leonel jamás había leído a calvino pudo darse el lujo de sacarme de ese mundo ficticio en el cual la mayor parte del día me encuentro perdida o mas bien me reconozco, es un lió definirlo. Se preguntaran que tiene que ver con todo esto el señor que pasaba frente a la acera con su café barato entre las manos y un abrigo comprado de segunda mano.. Bueno este señor puede que no haya sido un millonario excéntrico ni tampoco la persona mas culta en si ni siquiera podría conocer la palabra pero es, fue no se decirlo a ciencia exacta.. una de las personas mas humildes que he conocido en mi vida después de mi padre, y que se entienda por humildad, esa mirada transparente y bondadosa, ese pensamiento hambriento de saberlo todo sin excentricidades, esa paz que da cuando se le escucha hablar aun cuando no tenga nada interesante para decir, y bueno el señor leonel entro y lo primero que dijo fue; “yo también leo, y también me intereso tanto como usted” cerré el libro saludando cordialmente disculpando su falta de educación al haber interrumpido mi lectura; -es solo una novela. Conteste sin mostrar preocupación alguna dejando a un lado su falta de tacto, ansiando dar la vuelta a la página y continuar la historia. 
-yo leo todas las noches, la Biblia. Me dijo en un tono meditativo y placentero.
-vaya, que esa si es una gran novela. Conteste sin haber analizado bien a quien iba dirigida mi respuesta.
-claro, se puede tomar de muchas formas el hecho es que nos deje algo bueno al leerla. Contesto sin apresurar su voz y con su mirada fija en el libro de portada verde que sostenían mis manos.
-es extraño que una jovencita de su edad se apasione por la lectura. Me dijo con la esperanza de hacer mas larga la conversación, tal parecía que mis palabras al igual le resultaban placenteras aunque estuviese criticando una obra que formaba parte importante de su vida, misma obra que incluso el no había elaborado pero que defendía con capa y espada.
-no es extraño, o será que al menos para mi no lo es quizás porque jamás me he sentido que tengo la edad que tengo, es curioso por que me identifico mucho con la imagen de un libro entre mis manos y no de una cerveza o alguna droga que me pueda causar el placer que a otros les causa y que a mí me causa la lectura. Pero dígame ¿que lo trae por aquí? Corte la conversación frívolamente, pero esta claro que no soy de intimidar con extraños aunque me saluden a diario del otro lado de la acera y menos habiendo recién leído uno de los primero libros de psicología básica, en el cual mencionaban ese acto tan común que es la convivencia, pero que al dar mucha rienda suelta puede ser incluso peligroso como lo menciona el libro de psicología. El señor leone era un cliente y yo era un vendedor, tan solo eso.
-si.. Recién veo que usted ha vendido la tórnamesa antigua, pues bien me disponía después de mucho meditarlo, a comprarla ya que en mis años mozos tuve una similar y me trajo muchos recuerdos, cuando aun vivía mi querida esposa, me quedan mis hijas son jovencitas igual que usted pero a ellas no se les ve con un libro entre sus manos, traen el celular a todas partes, mismos aparatos que pierden con una facilidad increíble y heme aquí reuniendo un par de mis quincenas para por fin comprarme la tórnamesa y darme un pequeño lujo después de haber invertido tanto en tecnología que al fin y al cabo ni es para mi ni menos entiendo. Decía con un gesto de tristeza esbozado en sus manos ásperas y viejas, tal vez cansadas de tanto trabajar y deseosas de poner por las noches o en los fines de semana si es que aun le quedaban libres algunos después de tantas jornadas de largo trabajo, los acetatos viejos que le rememoraban partes de su vida, sonando desde la tornamesa similar a la que habría tocado los mismos acetatos en años pasados. 
-si recuerdo que le echo el ojo aquel día que compro el abrigo, pero porque no menciono que le interesaba y de haberlo sabido la habría guardado aun sin ser nada seguro. Me lo hubiese mencionado. No venia al caso hacer ese comentario pues note mas dolor aun en su mirada, ya que no buscaba un aparato con el cual tocar sus discos de acetato, él buscaba su tórnamesa, el aparato que le acercara a sus recuerdos, por la música y por el diseño del mismo.
-estoy segura que algún día tendrá la oportunidad de encontrar otra tornamesa, no es la única. Le dije intentando olvidara ese aparato y llevase otra cosa en su lugar, jamás sin perder de vista al cliente que tenia frente a mi y con el bolsillo repleto de dinero.
-esta cámara que tiene aquí.. Yo tuve una igual de joven, es una duaflexII. Una kodak. 
-así es, y en si aun lleva rollo deje le muestro como trabaja. Y dando un click, capture su mirada en la cámara, recorrí el rollo pues se había acabado y al ver que servia y estaba en perfectas condiciones sin dudarlo la compro.
Ese día me sentí tan buen vendedor que olvide por un momento la historia del libro, y me sumergí en mi propia historia, había sido capaz de convencer a una persona que había entrado al lugar donde yo vendía objetos raros y antiguos que comprase algo que quizás no le serviría cuando lo que buscaba en realidad ya había sido vendido de igual forma que la cámara kodak. Tiempo después caminaba yo en ese mismo lado de la acera desde donde a diario me saludaba el señor leonel y me preguntaba a donde que habría sido de él pues tenia mas de dos meses que no pasaba por alli, y con la esperanza de verle pasar y darle la noticia, recorrí la colonia internándome en varias ocasiones en las empresas preguntando por él, recuerdo que al despedirse de mi aquel día me habría de mencionar su nombre para después estirarme su mano. Fue en una de las últimas empresas, recuerdo bien que era una cartonera donde pregunte si se encontraba el señor leonel Vázquez, después de haber dado una descripción detallada de su físico, salio un señor de gesto duro de gran barriga rascando la oreja como si le comiera la sarna; -es usted pariente, ¿acaso una de sus hijas?
Me preguntaba el encargado que llevaba una libreta y sin siquiera mirarme al rostro, y sin esperar mi respuesta decía; -ya va para un año que hemos pasado el cheque y creo.. Que con eso queda saldada la cuenta de su padre. ¿En que más le puedo ayudar?
-no vera, no es mi padre, en realidad es un conocido. Bueno pensé por un momento que.. Divagando sin saber que decir y algo nerviosa de estar en ese lugar áspero, imagine por un momento como es que se hallaba una persona de tan alto porte de tanta bondad trabajando en un lugar tan inhóspito de vida de sentimientos y tan rancio donde abundaban ratas por todas partes.
-entiendo, no en realidad no entiendo y no le puedo ayudar si no me dice exactamente para que lo buscaba.
-pues solo quería ver.. Porque.. En realidad tiene mas de dos meses que no lo veo cruzar frente a mi local y..
-ah, eso lo explica, ¿le quedo a deber dinero? Y viene a cobrármelo a mí. Decía el encargado con un gesto patéticamente brusco.
-no, tampoco. Solo quería saber de él. Y comentarle que he conseguido otra tornamesa al parecer tal como la que él tuvo y estoy segura que le encantara tenerla.
-pues lo veo difícil, pero si en algo le satisface a mi me interesa.
-no, gracias. En realidad es un regalo que le haré, muchas gracias por su tiempo. Si había pensado que no podría el encargado fruncir más el ceño, estaba equivocada pues lo frunció más y con disgusto me contesto.
-pues siendo así, tendrá que viajar muy lejos para entregársela ya que va para el año que el señor Vázquez murió.
Tras esas palabras quede helada y paralizada sin poder musitar palabra alguna, era incomprensible era inexacta la fecha era.. Era. Era imposible por dios yo lo había visto no hace mas de un par de meses le habría de vender la cámara, él mismo pagó con dinero real y yo misma fotografié al señor leonel. 
-si es verdad, las fechas nunca se me han dado, perdone la distracción y que pase buena tarde. Salí de aquella empresa de inmediato sin querer permanecer ni un minuto mas allí, el olor a naftalina y a cartón húmedo corría por los alerredores del lugar, y la imagen y la sensación de haber dado la mano a un muerto me aterraba. Recuerdo que corrí a mi local y llore desmesuradamente, llore no por la perdida si no por lo increíble del acontecimiento, llore por no saber cual era la realidad o si había perdido noción del tiempo, pasado la tarde en la merienda fue justo cuando miraba la figura que se forma con la espuma del café, cuando recordé el rollo, yo había fotografiado a ese hombre y lo había fotografiado con el abrigo que yo misma le vendí y lo fotografié con la cámara que habría de llevarse la ultima vez que lo vi, al otro día sin perder tiempo busque en el local el rollo y lo lleve a que lo revelaran, al recogerlo la chica de la fotografía me dijo que había logrado salvar unas fotografías pues no todas habían salido, yo sudaba y me lamentaba que no fuera la del señor leonel una de las fotografías extraviadas, me entregó la chica el sobre con las pocas fotografías reveladas y sin poderlo abrir allí lo lleve al local. Estando en el local deje el sobre encima del escritorio caoba, me prepare una taza de café bien cargado esperando que si fuese un sueño despertase en cualquier momento, camine alrededor del sobre tan solo mirando, mi respiración se agitaba en cuanto me aproximaba al decidir abrirlo, y tan solo rozando quedaba en intentos fallidos. Pase la tarde de aquel día de esa forma, caminando sudando impaciente de abrir el sobre y encontrar respuestas, respuestas inexactas a un momento abstracto y poco lógico, camine y con mi caminar cayo la noche, cerré el local y me senté frente al sobre y frente a mi taza vacía, prendí un cigarrillo y me decidí a abrirlo.. La primera fotografía fue de la vista desde lo alto de un puente, explicando un poco la visión que tanto me aterra de las alturas, la pase con prisa, la segunda era de mi estudio pinturas inconclusas, la pase de prisa, la tercera fotografía no recuerdo de que era solo recuerdo que pase las fotografías rápidamente, intentando encontrar la del señor leonel, no encontré nada. respire profundamente y analice por un momento, quizás me sumergí tanto en la lectura de calvino aquel día que imagine por un momento haber vendido algún articulo a ese señor quizás tan solo quizás lo vi en una ocasión y mi mente se disparó como ballesta creando una historia en plena guerra, quizás tan solo quizás y cuando ya me había por fin tranquilizado y había dejado la historia del señor leonel Vázquez en tan solo una historia creada y surgida en mi imaginación guarde las fotografías en el sobre y cual va siendo enorme mi sorpresa que al abrirlo para meterlas de nueva cuenta en el sobre, allí solitaria y escondida quedaba una fotografía, avente el sobre, no puedo negar que me aterro la imagen que alcance a ver.. Después de unos breves segundos cogí el sobre saque la foto y un olor muy peculiar a naftalina inundo el local, la mirada bondadosa del señor leonel con el abrigo puesto esbozando una tímida sonrisa se hallaba en la fotografía. Perdí la noción del tiempo, buscaba y buscaba conjeturas falsas a lo que no querían ver mis ojos, a lo que hasta un aparato técnicamente sin sentimientos había podido ver, tome la fotografía entre mis manos y me acerque de inmediato al notar algo extraordinario aun mas extraordinario en ella que haber fotografiado a un muerto, detrás de el señor leonel se hallaba la tórnamesa que había vendido tiempo atrás de su segunda llegada. No volví a abrir el local jamás. YZ.


0 comentarios: